Las quejas de los abuelos

Los abuelos se han convertido en el colchón protector de muchas familias que, teniendo o no posibilidades de acceder a recursos de apoyo para el cuidado de los hijos, acaban recurriendo a los abuelos. En épocas de crisis, esta situación se ve aún más reforzada. De hecho, muchos abuelos se quejan de que ellos están para disfrutar con los nietos y no para educarles. Además, se sienten presionados por los padres de sus nietos a utilizar los criterios de educación que exigen ellos, para los que no siempre están preparados o de acuerdo. De este modo, se sienten coaccionados, “utilizados” y “abusados” por los padres de sus nietos.
Lo ideal, para muchos abuelos, es que tuvieran que cuidar a los nietos solo cuando fuera realmente necesario y no todos los días como muchos lo hacen. Que pudieran disfrutar con los nietos sin el agobio de tener la responsabilidad de educarles como lo desean los padres de los pequeños. Muchos abuelos desean estar con sus nietos cuando no se les necesita. Que puedan vivir su papel de abuelo y no de cuidador. Ellos cuidan a sus hijos, cuidan a sus nietos y sospechan que nadie se preocupa de cuidarse a ellos, de que tengan sus propios intereses, actividades, tiempo… Al fin y al cabo, los abuelos deben disfrutar de la autonomía para la que han luchado toda su vida.

martes, 6 de diciembre de 2011

EFECTOS DEL CUIDADO EN LOS NIETOS

Colocar a un niño con sus abuelos tiene efectos positivos tanto para él, como para toda la familia. Mantener a los niños con parientes permite que conserven vínculos con sus raíces familiares; normalmente, están cerca de otros parientes, como sus hermanos, lo cual les permite recibir apoyo familiar, que no está disponible o es poco frecuente con colocaciones con extraño.
Esto es importante para los niños que pueden experimentar ansiedad de separación y trastornos de apego después de vivir eventos traumáticos con sus padres. Pero hay pocos estudios que describan las distintas necesidades de los nietos que viven en hogares encabezados por abuelos o que exploren cómo se están desenvolviendo estos niños. Lo que sabe sobre estos niños se basa en gran medida sobre la información extrapolada de estudios generales sobre niños traumatizados, o se deriva de datos de salud o sociales sobre los abuelos cuidadores e inferencias sobre el impacto de dicho cuidado en el bienestar de los nietos .
Nietos jóvenes – La incidencia de abuso de sustancias por las madres plantea preocupaciones sobre el estado del desarrollo de los nietos pequeños que están siendo criados por sus abuelos. Un estudio no publicado  exploró el estado de desarrollo de 74 niños criados por sus abuelos . Se evaluó a cincuenta y siete nietos, de 1 a 5 años, por un equipo de especialistas en desarrollo infantil.
Basado en los resultados de la evaluación, 40 (70.18%) nietos tenían discapacidades de desarrollo verificadas, incluyendo el síndrome alcohólico fetal (completo o parcial) (32.5%), retraso cognitivo (12.5%), retrasos de habilidades motoras gruesas, de comunicación y socio-emocional (7.5% respectivamente) y retraso de habilidades motoras finas (2.5%). La magnitud de las discapacidades que exhiben estos niños pequeños justifica que haya una evaluación inicial de intervención temprana y se les entreguen servicios evaluativos. Sin servicios de intervención temprana adecuados, el riesgo de fracaso académico y social entre estos niños es muy claro y ciertamente evitable.
Nietos adolescentes – Las experiencias traumáticas tempranas por los nietos adolescentes tienen distintos efectos en su desenvolvimiento social/emocional. El abuso físico, el descuido, el abuso sexual y el abandono por los padres biológicos son eventos comunes en su vida. Asimismo, muchos nietos han sido expuestos al homicidio, a violaciones, agresiones, robos y otros delitos asociados con padres y otros parientes que abusan de sustancias. Por consiguiente, estos jóvenes corren el riesgo de expresar emociones y conductas antisociales. Emociones como la ira y frustración, a consecuencia de los sentimientos de abandono, la confusión de los padres y el trastorno de apego pueden manifestarse en actividad sexual prematura, actividades de pandillas, uso de drogas, bajo rendimiento escolar y conducta violenta hacia los compañeros y/o parientes .  

Los estudios actuales sugieren que el estrés de los abuelos está relacionado a menudo con la conducta de los adolescentes que exhiben problemas de conducta, absentismo y problemas físicos y mentales. Las estimaciones derivadas de la encuesta sugieren que cerca del 10% de los nietos entre 6 y 17 años y viviendo con sus abuelos experimentan altos niveles de problemas de conducta o emocionales . Los abuelos algunas veces no saben cómo relacionarse con sus nietos y disciplinarlos mejor, lo cual, a veces, intensifica los trastornos de apego existentes.
En un estudio sobre abuelas que crían a nietos, se sugieren varios factores asociados con el apego negativo entre nietos adolescentes, como la falta de calor y acercamiento por parte de las abuelas, poca participación con sus nietos y poca supervisión o falta de ella. Como resultado de ello, estos nietos están en riesgo de mal desenvolvimiento social. Indudablemente, no todos los nietos exhiben comportamientos negativos cuando viven con sus abuelos, pero hay suficientes evidencias preocupantes que sugieren que una intervención especializada de salud mental para los nietos es un servicio vital para estas familias.
Por lo tanto, en resumen, se ha prestado muy poca atención a las necesidades de los nietos que viven con sus abuelos. Un número de investigadores y profesionales en protección de menores sugieren que lo efectos de desarrollo y socio-emocionales no abordados por los nietos puede elevar los riesgos de resultados negativos relacionados con la educación la interacción con los compañeros, contribuyendo al funcionamiento familiar negativo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario